Como ya les había contado, fui con un grupo de amigos a una casa a orillas del Lago Rapel, lo suficientemente alejado de la ciudad para pensar y meditar.. Bueno, lo que ocurrió fue que pensamos en construir un proyecto con el terreno que posee aquel sitio (que no es poco), y llegamos a la idea de poder comenzar a crear una comunidad autogestionada. Aún no hay nada en concreto, debemos tener primero la aprobación de un familiar (dueño de la casa) y luego comenzar a armar todo.. Mientras tanto les muestro unas cuantas fotos del sitio.
Debemos apuntar, para finalizar, que el terreno fue cultivado en toda su área disponible para aquello, pero, sin embargo, hace un par de años ha comprimido bastante su espacio de cultivo debido al abandono más extenso de este sitio por parte de sus dueños. Sin embargo, el terreno sigue siendo fertil y las áreas de cultivo están casi trabajadas al 80%, por lo que el trabajo no sería tan complicado.
Detalle terreno trabajado con neblina.. Eran aproximadamente las 7 de la mañana.A orillas del lago
Vista de la casa.
Acá antes se plantaban tomates.
El pequeño huerto que va quedando.
Habas en crecimiento.
Ajos por todos lados.
Creo que el único camino para destruir el sistema es a través de la semilla. Y cuando digo esto, me refiero que debemos empezar a cultivar nuestros propios alimentos, para lograr dejar de adquirir cosas en los lugares establecidos por estas grandes cadenas, es la única forma de poder derribar este cáncer tan grande que avanza y arrasa todo en su camino. La voluntad de autogestión debe pasar a la práctica, para el bienestar de todas las personas, en todos los países. Creemos firmemente que, la acción directa es importante, sin embargo, como dijo algún intelecto en la historia (no recuerdo su nombre ni la cita exactamente, qué verguenza!), un verdadero revolucionario sin un huerto, no es nada.
Un abrazo grande.
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